Nuestros árboles, estaban agonizando hace unos años, los limoneros abandonados y sin recibir el agua que necesitan –que es mucha–, mueren pronto.
Como
tantas cosas que estamos poniendo en peligro con nuestras prácticas
consumistas, el cultivo del limón, que durante siglos ha sido producto
característico del Sureste de nuestra península, en particular de la
huerta murciana, está siendo abandonado. En los últimos años ha venido
siendo habitual ver las cosechas de limones en el suelo, porque, al
parecer nadie quería recogerlos tal y como estaba el precio en el
mercado, debido a las importaciones de limón de menos calidad, pero más
barato aún con el consiguiente coste añadido en transporte y a pesar del
coste energético insostenible que ello supone.
Ante
una producción que siempre había sido relativamente fácil de
comercializar, cualquier esfuerzo por modificar hábitos y rentabilizar
el proceso, me temo que en muchos casos ni siquiera se considera. Se
suele optar por la vía del abandono… y esperar a la recalificación de
los terrenos...
Pero...¿Pueden abaratarse costos?
¿Puede
conseguirse un producto de calidad, que sea rentable para el
agricultor, y podamos comprarlo en el mercado a un precio razonable?
¿Dónde se dispara el coste, para que al final sea más barato un limón traído de Turquía, o de Argentina?
Todo
ello, unido al convencimiento de que no podemos seguir envenenando
tanto el planeta como a nosotros mismos, ni renunciar a nuestra
soberanía alimentaria, fue el reto para asumir el compromiso de
transformar una zona dedicada tradicionalmente al cultivo convencional
del limón, pero que ya se había abandonado y los árboles estaban
condenados a morir, para decidirme a iniciar la aventura de recuperar
esos árboles para el cultivo ecológico y buscar modos alternativos de
comercialización que permitan su viabilidad mediante el intercambio
directo del agricultor al consumidor, en la medida de lo posible.
Bueno,
pues en ello estamos. Sería largo de contar cómo ha sido el proceso
hasta conseguir que los árboles vuelvan a la vida, como se puede
apreciar en las fotos. Ha sido un gran esfuerzo, no exento de espinas,
pero muy gratificante cuando al final ves lo agradecida que es la
naturaleza. Y espero poder seguir adelante con ello.
Como
ya he dicho, el limón es un alimento de excelentes propiedades para
nuestra salud. Además, combina con casi todo: pescados, paellas,
marisco, ensaladas, sopas, verduras... no dejéis de consumirlo. Tenemos
la suerte de tenerlo cerca y asequible por tanto, en todos los sentidos.